ESTRUCTURAS INTERNAS... UN VIAJE POR LA INGENIERÍA DEL SER
BLOQUE 1 – “Fundaciones del Ser”
EPISODIO 3 · El poder del ahora – Control de derivas y desplazamientos
Hay instantes que se escapan como arena entre los dedos.
Creemos sostener el presente, pero ya estamos diseñando el futuro o repasando el pasado.
La mente se desplaza y el alma se siente desanclada.
Sin embargo, existe un punto de quietud, un eje invisible donde el tiempo se aquieta y la estructura de la conciencia deja de moverse.
Ese punto es el ahora... el único momento en que el alma puede habitar su equilibrio.
En ingeniería estructural, las derivas son los desplazamientos horizontales relativos entre pisos que experimenta una edificación cuando la tierra tiembla o el viento sopla con fuerza.
Una estructura con exceso de deriva puede fallar, no por falta de resistencia, sino por falta de control... exceso de deformación lateral.
Así ocurre también en la mente... cuando se deja llevar por las corrientes del pasado o del futuro, pierde su estabilidad.
Vivir en el ahora es, en términos espirituales, controlar la deriva emocional.
El presente es el punto fijo, el apoyo firme del alma.
Todo lo demás... los recuerdos, los planes, las proyecciones... son cargas variables transitorias.
El secreto del equilibrio interior es saber retornar al apoyo principal cada vez que el sistema se desplaza.
La práctica de la presencia no exige eliminar pensamientos, sino anclar la atención.
Cada vez que respiramos conscientemente, el alma se vuelve a centrar, como una columna que vuelve a su eje.
Cuando dejamos que la mente se expanda sin control, aparecen las derivas diferenciales, las diferencias de desplazamiento entre partes de la estructura interior... la ansiedad, la culpa, la preocupación.
No colapsamos por falta de fuerza, sino por exceso de movimiento.
En ingeniería sísmica, se diseñan sistemas de control... amortiguadores, aisladores, disipadores, contrapesos.
En la vida cotidiana, el control de la deriva se logra con prácticas simples... respirar, observar, agradecer, detenerse.
Cada pausa consciente es un aislador entre el ruido del mundo y la calma del ser.
A veces, la mente querrá correr hacia adelante, buscando resultados.
O se quedará anclada en una escena antigua.
Entonces el trabajo espiritual consiste en traerla de regreso, una y otra vez, sin violencia.
Así como un ingeniero supervisa el movimiento máximo permitido por norma, el buscador aprende a reconocer su desplazamiento emocional máximo admisible.
Y, con el tiempo, la estructura interior se vuelve más flexible, más confiada, menos reactiva.
Vivir en el presente no significa detener el tiempo, sino bailar con él.
El alma madura no se opone al movimiento... simplemente se mueve con gracia dentro de sus límites, recordando siempre su eje.
El ahora no se mide en segundos, sino en respiraciones.
Cada inhalación es una oportunidad para regresar... cada exhalación, un permiso para soltar.
En el centro del instante habita el silencio que todo lo sostiene.
Allí, el alma no calcula ni anticipa... solo es.
El alma madura no se opone al movimiento... simplemente se mueve con gracia dentro de sus límites, recordando siempre su eje.
El ahora no se mide en segundos, sino en respiraciones.
Cada inhalación es una oportunidad para regresar... cada exhalación, un permiso para soltar.
En el centro del instante habita el silencio que todo lo sostiene.
Allí, el alma no calcula ni anticipa... solo es.
Mantra recomendado:
"Om mani padme hum"
https://www.descargasdelalma.cl/2015/06/mantra-del-dia-om-mani-padme-hum.html
(FE-2025)
https://www.descargasdelalma.cl/2015/06/mantra-del-dia-om-mani-padme-hum.html
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