El silencio desgarra el ir y venir de los sentidos, el origen busca su fin, nadie entendió que la libertad no está en esta vida ni en esta tierra, los peregrinos de la muerte recorren los destinos escondidos en las sombras del pensamiento, rincón donde las telas de arañas del dolor buscan la compasión del tiempo, valle dibujado en colores disonantes al suspiro divino de la creación, la respiración se recoge, la nada se manifiesta en su verdadera magnitud.
Las promesas del hombre se marchitan en cada palabra, la sangre es esclava del fuego de las miradas cruzadas entre bocas sordas y oídos mudos, el juego de la realidad acaricia los llantos desbordados en el horizonte, limite del cielo en el mar, donde guardan las estrellas las ilusiones que los sueños tatuaron en las almohadas, lágrimas que se ahogaron en el despojo de la inocencia del espectro reencarnado en su propia distopía.
(FE-2023)