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Bienvenido a "Descargas del Alma", espero que podamos compartir canalizaciones, poesía, pensamientos, meditaciones, cuentos, historias, visiones, misiones... en definitiva, todo contacto que hayamos tenido, tengamos o vayamos a tener con la "Memoria Universal"... Nos miramos, FE.

jueves, 5 de julio de 2012

Hubo un tiempo...

Hubo un tiempo
en que todo parecía ideal,
no era necesario reír
para sentirse feliz,
no era imperioso llorar
para concebirse triste,
porque todo era claro,
nadie buscaba la realidad,
nadie esperaba encontrar la verdad,
sólo bastaba con respirar,
ver el sol al amanecer
y descansar bajo una luna
acompañada de estrellas,
reflejo de los sueños
que celebraban
el brillo transparente
de los ojos embriagados
con el canto de la inocencia.


Las temporadas de juegos
en patios llenos de imaginación,
acompañados con espectros de luces,
coloridos por regalos
de amigos desconocidos
por los pasos del crecer,
transformaban las nubes
en espacios libres
de esquemas impuestos
por la insensatez de la razón,
cicuta de las mariposas
que adornaban las palabras
que el viento llevaba consigo,
hacia océanos que desafiaban
los ocasos de la conciencia,
única silueta que acariciaba el ser
con la calidez
del vientre compositor de vida.

Cuando la mente vagaba
entre lecturas de ríos
recorridos por pies
descalzos de toda creencia,
nada podía atar las manos
de la música que fluía
desde el interior
del abismo inexplorable,
que siempre es dejado al olvido,
por el miedo a descubrir
la simpleza de mirar
el paisaje que habitaba
en la ternura de estar abandonado
en olas de caricias regaladas,
entre almas desnudas,
en el horizonte
que reúne el fuego
y las cenizas del silencio.


Signos de una mansa tranquilidad
volaban por los profundos calambres
de la brisa que refrescaba
el rostro descubierto,
de una mirada solitaria,
en los valles de la ilusión,
refugio de suaves aromas
de cuerpos que se deformaban
por la entrega
al infinito momento
en que la memoria
tiende a desaparecer,
para dejar de apaciguar
los vítores de la aurora,
por una nueva estación
de la delicada fuerza
creadora de imágenes
sin sombras de dolor.


Una danza de lágrimas
encontraba consuelo
en el regazo de una esperanza protectora,
suave trazo lanzado
contra la herencia
del nacimiento material,
chispa sutil de las esencias
que despertaban los sentidos,
para descubrir
las dimensiones de la sabiduría,
lugar de encuentro
de la mágica visión
emanada del albor infinito,
que abrigaba los vacíos
del aliento eterno,
con flujos de savia fértil
de regocijos expectantes
por desgarrar el sigilo abundante.


(FE-2010)

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