fueron cayendo los sueños
como suaves pétalos de esperanza
en el otoño de una verdad,
mensajera de pasos olvidados
en los caminos de las sombras.
Los ojos buscan infinitos
donde descansen sus lágrimas
por nubes desgarradas al viento
en el viaje de la razón,
más allá de la voz del silencio,
lejos de los mares de la tristeza.
Un ahogado latido del corazón
explota los sentidos dormidos
de un cuerpo atado al tiempo,
buscando su propia estrella
en valles de cementos,
espacios prohibidos para la magia.
Las dimensiones se cruzan
para construir nuevas melodías
en la expansión de la luz
hacia los valles de la tristeza,
donde las manos se transforman
en el vuelo libre de mariposas.
(FE-2015)
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