saltando de nube en nube
mientras en el horizonte
se van pintando las estaciones
donde los cuerpos
van dejando sus cadenas
recuerdos de lejanos planetas
en los que el primer aliento
despertó los latidos
que vibran en las cuerdas
de una vieja guitarra
junto a los sueños del silencio.
La noche le canta a las estrellas
acariciando el florecer de los deseos
febriles temblores
que sólo pueden ser libres
en el olvido de los sentidos
al final de la muerte
destello de un susurro a plena luz
donde la nada
se confunde con el todo
palabras lanzadas al mar
en el canto de un sueño
en las cuerdas del tiempo.
(FE-2019)
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