Las manos se van flotando
entre las voces oxidadasde un desierto de viejas cuerdas
que cortan el tiempo
en coloridas geometrías
tras las lágrimas de mi guitarra.
Quién construye desde el vacío
donde las melodías florecen
en el descanso de los ecos
lanzados a la luna
como ofrendas espectrales
al recuerdo del diamante interior.
Un extraño cometa centelleante
desgarró los suspiros armónicos
de lejanos pensamientos
invitados a la danza de los sentidos
en el viaje por la escala menor
para expandir al alma mayor.
Los pies se van flotando
dejando huellas disonantes
en el pentagrama del éter
donde las sombras del dolor
van quedando en el olvido
con los sollozos de mi canto .
(FE-2019)
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