Pasó un año entre que hacías de transporte "escolar" y comenzábamos a estudiar juntos... yo hablando mucho, algo que siempre ha sido raro en mi, pero quería que me conocieras, quería conocerte... Octubre 1994.
Miro
 para atrás y has sido un tremendo puntal... luz cálida y tierna en mis momentos más oscuros...
El 
camino ha estado lleno de altos y bajos, aunque siento que siempre hemos
 ido hacia arriba, hacia adelante, hemos podido ir desarrollándonos y 
creciendo...
Al principio éramos sólo nosotros dos... Abril 2001.
No sé si era
 todo más simple, pero no imaginaba el vuelco que daría nuestras vidas 
al regalarme tú la oportunidad de ser papá, que en cierta forma Platón (nuestro perro, qepd) nos 
la comenzó a anticipar... necesitábamos patio... así que nos embarcamos 
en el "sueño de la casa propia"...
Ahí se comenzaron a generar nuevos movimientos, Pedro 
venía a despertar otras dimensiones nuestras que no habíamos explorado y se comenzaron a cruzar gente en nuestro camino que nos abrió puertas que
 estaban ocultas en nuestros corazones y en nuestras almas...
Lo
 que más me maravilló de verte como mamá fue que ese gran corazón que 
conocía, en realidad era muy pequeño en relación a su verdadero tamaño...
Iniciamos así un nuevo camino, ya no éramos sólo nosotros 2, ahora éramos 3... Mayo 2004.
Luego, llegó la Ignacia, trayendo nuevos aires, ritmos distintos, otras sincronías y melodías, ahora somos 4... Marzo 2006.
Ha sido genial como ellos han ido creciendo como hermanos, tienen una amistad enorme, tan unidos... el "matrimonio chico"... ambos
 tan llenos de talentos y que felizmente hemos podido facilitarles que 
los exploren y los exploten... el deporte, la música, la lectura, la ciencia... pero
 lo más importante es como brillan sus corazones, como vibran sus 
almas... sus conexiones con el Todo...
Y
 como la vida no deja de sorprendernos, para hacernos crecer y no 
olvidarnos de que ha eso vinimos... cuando parecía que teníamos una hoja de 
ruta "relativamente clara"... una luna, "compañera de los gauchos", me trajo al otro lado de la 
cordillera... Noviembre 2016.
Ha sido difícil, pero como le dijiste a
 los niños esto nos ha permitido estar más juntos... y si, se podía 
estar más juntos aún... en un entorno natural maravilloso... Febrero 2017.
Es una linda aventura que nos ha abierto los 
ojos a realidades nuevas, o ni tan nuevas, pero que ya estaban fuera de 
nuestros horizontes, destapando temas que enriquecen más nuestras 
miradas...
Este viaje trasandino nos a obligado a 
ordenarnos (así con el par de ingenieros) y a mirar dimensiones nuestras que no habíamos querido 
indagar, que la rutina se había encargado de enmascarar...
Lo mejor de todo, es que la vida siempre se encarga de traernos nuevas aventuras y ahí estamos... 
... juntos!
... viviéndolas!
(FE-2017) 

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